Nuestra Tradición Familiar
En el 2012 decidí comenzar una tradición con mis hijas en Navidad. La razón, enseñarles el verdadero significado de la fecha y dar gracias.
En aquella ocasión nos tocó pasar la navidad con mi familia; llegamos a la ciudad con tiempo y con nosotros llevábamos una muñeca que iba a ser exclusivamente para alguna niña que no tuviera los recursos ni los medios para tenerla.
Un día afuera de un supermercado vi a una señora de muy bajos recursos vendiendo cosas artesanales y con ella iba su hija, casi creo que de la misma edad que la mía o sino un año mayor. Al día siguiente regresamos al mismo lugar con la determinación de encontrarla y regalarle la muñeca a la niña y así fue como comenzó esta tradición. ¡Su cara no tiene precio! Si te emociona ver la cara de tus hijos cuando les regalas algo que no esperan, la cara de esta niña nos alegró aún más el día.
Al año siguiente hicimos una visita a los bomberos. Nosotras les llevamos cupcakes, mis amigas hicieron unas galletas y pasamos la tarde con ellos conociendo esta admirable profesión.
Los niños lo disfrutaron mucho y pudimos agradecerles todas las cosas que hacen por la comunidad. Para los que no sepan, ellos tienen un valor importante para mi puesto que, hace poco menos de 10 años mi casa se incendió estando yo sola adentro y a pesar de que fueron sólo pérdidas materiales, el susto y la valentía se hicieron presentes.
En el 2014 continuamos con la tradición pero esta vez, nuestro objetivo fue darle las gracias a los señores que recolectan la basura en nuestra área. Todos los viernes a las 7:45 am ellos silenciosamente pasan con su camión enorme a recoger la basura de todos los vecinos. Visten chamarras grandes amarillo brillante y se regresan corriendo al camión.
Horneamos galletas de mantequilla, les hicimos una tarjeta y a las 7:45 muy puntuales ya estábamos afuera esperándolos.
Proyecto Galletas 2014
|
El año pasado decidimos hacer lo mismo. Probamos una nueva receta de Galletas Navideñas y nuevamente a las 7:45 muy puntuales (después de despertar, levantar, vestir y arreglar a mis hijas uff!), ya estábamos platicando con ellos.
Este año mi hijo ahora ya formó parte de esta tradición. Hicimos unos cuadritos de galletas de mantequilla y en la madrugada del viernes, es decir 6:30 am jeje ya estábamos esperando al camión de la basura.
Nuestra dicha está en el dar y agradecer. Son tantas las personas que hay en este mundo que dan servicio a la comunidad que nunca terminaríamos, pero si podemos empezar con las de nuestra área con eso ya ponemos nuestro granito de arena.
Se que en este mundo hay mucha gente buena y agradecida. Me encantaría ser una pieza de un movimiento de consciencia y animar a todas las mamás a plantar la semilla en nuestros hijos que aunque se lea cursi, son el futuro de nuestro mundo.
Pruébalo, es un sentimiento incomparable 🙂
M.
2 Comments
Aymé Kahlmeyer V.
me encanta esa tradición, me identifico mucho contigo pues tenemos muchas cosas en común, lo que mas me gusta es leerte como cuentas cada cosa muy detalladamente, muchas gracias por compartir cosas como estas, un abrazo
Melissa Quiroz
Hola Aymé.
No había visto este comment porque estaba de vacaciones. Que bueno que te gustó 🙂 Gracias por seguirme. Nos leemos pronto.
X