Por qué las mamás estamos más cansadas que los papás?

Quién ha escuchado la frase “Estoy cansada de estar cansada”? Bueno pues si hubiera un libro de frases con fotografías, seguro ahí estaría la mía.
No es que yo sea una exagerada, pero no hay día en el que me levante y sienta como si hubiera ido de fiesta la noche anterior; mis pies me duelen como si hubiera bailado con tacones, mi cara guarda unas bolsas gigantescas debajo de mis ojos y todo mi cuerpo se siente con una constante resaca.

Todas sabemos que ser madre es muy cansado. Desde que nuestros hijos nacen, requiere de un gran esfuerzo físico al cargarlos y prácticamente hacer todo por ellos; hasta un cansancio emocional por tratar de entender un ser humano diminuto que aún no sabe comunicarse bien y bueno….lo demás de la vida también. Casa, esposos, otros hijos, carrera profesional, etc, etc, etc.
Si, lo repito, ser madre es muy cansado y aunque a veces parece que no hacemos nada en la casa  porque esta sigue tirada (aún después de recoger mil veces) realmente no es eso nada más lo que nos tiene agotadas.

Veamos, te ha pasado que decides darte 5 minutos para descansar, te sientas en el sillón, tal vez te preparas un café o un té, te dispones a despejar tu mente por 5 MINUTOS!!! Y ya estás pensando en qué vas hacer cuando termines? Lavaste el uniforme? Enviaste la forma del colegio? Guardaste el libro de la biblioteca de tu hija? Sacaste a descongelar la comida? La perrita tiene comida? Se te olvidó comprar el super!, lavaste los baños? Pagaste la tarjeta? Cuál es el lunch de mañana? Tienes que preparar el lunch?….la historia de nunca acabar.

Así es, nuestro cerebro está constantemente trabajando.

Sería increíble tener un botón de prendido y apagado y al final del día (tipo 9pm) apagarlo y no saber nada de nada, no?
De una forma u otra, nuestra cabeza está en un estado de alerta. Nos enfocamos en otras personas que fácilmente nos olvidamos de nosotros.

Bueno o no tanto, somos multitasking. Nuestro cerebro se concentra en muchas cosas al mismo tiempo.

Para mis amigos que no tienen hijos y que también están cansados, no hago de menos su cansancio, pero el de una madre es otro tipo de cansancio. Uno que al menos yo en lo personal no conocía sino hasta que me convertí en madre.

Es la intensidad de todo. Ser el centro del universo para los hijos es bastante. A eso agrégale que tu hijo llore porque no le gustó en dónde pusiste los chícharos o a tu hija le de igual cuando por fin le regalas ese juguete que te estuvo pidiendo (casi a gritos) cada vez que iban al supermercado (por un mes).

Es el movimiento constante de arriba abajo por las escaleras, por la cocina, por el parque y los juegos. Que aunque tu no vayas atrás de ellos todo el tiempo, te cansas con sólo verlos. A veces hasta me pregunto si mis hijos son normales o de plano tienen hiperactividad.

Es la planeación de los días, semanas, meses…
Actividades de la escuela, clases extracurriculares, fiestas infantiles, compromisos familiares, citas con el doctor y una cuanta visita a casa de alguna amiga.

Es la hipervigilancia. Obvio que nos preocupamos por nuestros hijos y los cuidamos hasta donde podemos. Nos la pasamos “apagando fuegos” y si no se cayó tu hijo en el charco de lodo, fue porque lo estuviste viendo mientras platicabas con la vecina y saliste corriendo a atraparlo, dejándola con la palabra en la boca.

Este estado conlleva a no conciliar el sueño o a no dormir profundamente; como cuando tienes un recién nacido y estás en guardia por la noche para cuando necesite comer.

Y el último pero no menos importante, la falta de espacio personal. No excuso diciendo que las pequeñas personitas están contigo porque si las dejas solas, te meten a la cárcel verdad? Pero aún el fin de semana, quieres aprovechar que está la familia completa para hacer actividades juntos y para cuando llega la hora de dormir, tu ya eres un saco de papas tirado en la cama y bueno…digamos que a veces ni eso se disfruta como espacio personal.

En fin, todo este tema de la maternidad es interminable y si, muy cansado jeje, pero lo que si estamos todas de acuerdo, es que esas pequeñas personitas nos dan más de lo que nos quitan y no pasa un día sin que nos sintamos las personas más afortunadas del mundo mundial 🙂

M.

 

2 Comments

  • Ivonne

    Totalmente cierto! No hay cansancio más grande pero tenemos que darles lo mejor y nos necesitan! Animo que si se puede! Desde hace tiempo tengo dos dias en los que por la mañana tengo que apagarme y quizá en uno de ellos tomo una siesta y me carga la pila enormemente. Esas dos mañanas en las que mi pequeño va a la escuelita son lo mejor los planeo y disfruto al máximo. Las dos horas y media 🙂 Me encanta tu blog!

    • Mi Rol de Madre

      Gracias Ivonne!
      Si, yo smb tengo dos mañanas libres y la vdd es que si las aprovecho bastante, no se qué haría sin ellas.
      Te mando un fuerte abrazo.
      M.

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