
Carta a una amiga
Hola. ¿Cómo estás?
Hace mucho que no te escribía, de hecho creo que jamás lo he hecho.
La verdad es que ni siquiera sabría por donde empezar. Creo que me daba un poco de pena que leyeras esto y pensaras que soy una cursi.
Pero hoy no es cualquier día; es un día especial. Hoy festejamos el Amor y nunca está de más recordarnos cuánto queremos y cuánto nos preocupamos por los demás.
He estado pensando mucho en ti, en lo que siempre he querido decirte y que hasta hoy no había encontrado las palabras. Te admiro. Eres una persona (que aunque tu no lo creas así) muy fuerte. Y aunque estoy segura que mucha gente te lo ha dicho anteriormente, no has llegado a creerlo, por eso en esta ocasión YO lo quiero hacer.
Se necesita de mucho valor para hacer todas las cosas que diariamente haces.
Irte al otro lado del mundo por amor, dejar tu propio mundo para comenzar una nueva vida. Debes de tener mucho amor para cuidar de ti y además de otra persona también.
Buscarte en medio de tanta gente desconocida, otro idioma y otra cultura. ¿Cómo le hiciste para no sentir que quieres tirar la toalla? Que difícil ha de ser estar casi todo el día sola tratando de ser lo más productiva posible, cuando ni siquiera podías comunicarte. De verdad que, que valiente. Estoy segura que todo el aprendizaje que has obtenido personalmente, lo has querido transmitir a los que estamos al rededor y que todos podamos aprovecharlo al máximo.
Se que no ha sido fácil y que te has sentido triste, sola, estancada, pero me encanta que eso no te haya detenido. Que a pesar de ser otra cultura, con formas diferentes, siempre busques ir hacia adelante, por ti y tu familia.
Por cierto ¿Cómo están?
Más de una ocasión se me ha pasado decirte que tienes una hermosa familia. Se nota que tu marido y tu son un buen equipo y han trabajado mucho por sus hijos.
Ser madre es muy hermoso pero a la vez muy retador y más estando lejos de tu propia familia; pero platicando con ellos y viendo cómo han crecido, puedo asegurarte que estás haciendo un gran trabajo. Es muy gracioso verte reflejada en ellos, son como una mini versión tuya y de tu esposo. Unas grandes personas
¿Cómo estás tu? ¿Qué haces para cuidarte? No se te olvide que para que ellos estén bien, tu lo tienes que estar primero. Vi por alguna parte que habías vuelto a bailar, ¿Cómo vas con eso? Tanto que te gusta; ¿Sigues subiéndole al volumen y bailando en la cocina? A veces eso es lo que necesitamos para soltarnos y despejarnos.
Querida amiga. Me da gusto saber que hoy estás cosechando lo que has sembrado en el camino. Me da gusto ver que a pesar de haber caído, has sabido levantarte. Me da gusto verte rodeada de tanto amor, porque es tanto el amor que tu has dado, que siempre las cosas buenas se regresan.
No me queda más que decirte que sigas adelante. Que la vida es tan increíble que nos llena de sorpresas. Pero no te olvides de ti. No te olvides de mi. Aquí estoy para levantarte, para motivarte. Confío en ti y se que las cosas por más complicadas que se vean, tu siempre las logras vencer.
Deseo que tengas un día muy lindo y lleno de mucho amor.
Te quiere
Melissa

