Por qué ser tía es lo máximo
Convertirse en madre es una de las experiencias más gratificantes en la vida. No me lo tomes a mal, pero también es el rol más difícil que he llevado a cabo en mis 36 años.
Te enamoras en el momento en que sabes que está dentro de ti y el día en que nace y lo conoces en persona, sientes que tu corazón va a explotar de amor. No te imaginas sentir lo mismo por otro ser.
Soy la mayor en mi familia. Fui la primera en tener hijos y a pesar de tener sobrinos de parte de la familia de mi esposo, no los conocí de recién nacidos y además viven lejos de nosotros. Así que no he tenido la oportunidad de disfrutar de mi rol de tía como se debe.
Nunca había estado involucrada en un embarazo de algún familiar cercano, sino hasta ahora. Mi hermana hace poco, me dió el regalo más grande que es el de convertirme en tía.
Verás, tener hijos es lo más maravilloso que me ha pasado. Pero tener sobrinos es lo máximo. ¿Por qué digo esto? Pues porque nunca me imaginé poder amar tanto a alguien que no es mío.
¿Te acuerdas de tus tías? Yo tengo varios recuerdos, pero los más importantes, son en los que yo era como una hija para ellas y me traían de arriba abajo como su muñeca. Me invitaban a pijamadas, se hacían de la vista gorda cuando hacía algo indebido, me dejaban probar su ropa cool y lo que hoy recuerdo, es que me encantaba estar con ellas. Así que la relación que tengo con ellas es muy buena.
Bueno, ahora me toca estar del lado de ellas y no sabes la emoción que me da.
Desde que te dan la noticia, el sentimiento de emoción, esperanza y anticipación te llena por completo. No puedes esperar a que ese pequeñito ser ya salga y conocerlo por fin.
Hace unas semanas estuvo mi hermana de visita con el bebé y haberlo disfrutado junto con mis hijos, fue lo máximo. No sabes cómo tenía mi corazón.
Si ciertamente una de las mejores cosas de ser tía, es que los disfrutas en su mejor estado y luego lo regresas a su mamá cuando se ponen necios; o no te toca disciplinarlos del todo y demás. Pero ser tía va más allá de estos beneficios.
Para empezar, cambian los ojos con los que ves a tus hermanos. Ya no son los hermanitos pequeños con los que jugabas o te peleabas. Son adultos que están por cambiar su vida por completo y una nueva admiración hacia ellos crece en ti.
Una bonita amistad con alguien de tu familia. Ya que los tíos pueden llegar a ser confidentes y aliados de sus sobrinos.
Cuando el sentimiento de amor hacia tus sobrinos es recíproco, es un sentimiento difícil de explicar.
Te permite descubrir una forma diferente de crianza. Es curioso, pero a pesar de que tus hermanos y tu fueron criados en el mismo hogar, la percepción de crianza es diferente; no solamente porque son personas diferentes, sino que también es una mezcla de ideales de crianza con la otra mitad.
Ser tía es un rol que no todos tienen la fortuna de llevar a cabo. Viene con una responsabilidad oculta, porque somos los siguientes adultos de llevarlos por un buen camino. ¡Disfrutémoslos! (Y si quieres los puedes regresar a sus papás al final del día)