¿Por qué nos cuesta tanto aceptar cuando no estamos bien?
Cuando iniciamos todo el proceso de la cuarentena, pareció que todos se ponían las pilas para mantenerse ocupados dentro de casa.
Algunas escuelas se movieron para preparar todas sus clases en línea; gimnasios hicieron transmisiones en vivo de sus ejercicios; las redes sociales se llenaron de contenido; los supermercados y tiendas de servicio agotaron sus compras en línea y todo parecía el momento ideal, para emprender todos esos trabajos en la casa, que por falta de tiempo nunca lográbamos terminar.
La verdad es que la idea por más loca que sonara, no parecía mala idea. Si claro, a las mamás nos iba a costar trabajo tener a los hijos en casa, pero lo hacemos de todas formas cuando están de vacaciones, así que tan mal no iba a estar.
La gente comenzó a darse cuenta de la magnitud del problema y después de días de confinamiento, mucha gente empezó a abrumarse.
Ahora lo que también importaba era la salud mental de las personas.
No a todos se nos da estar metidos en el casa 24/7. Si, algunos días cuando está lloviendo es la excusa perfecta para estar adentro; pero cuando son 5,10,20 días (ya perdí la cuenta) sin ni siquiera salir al super a distraerte, ya no es tan padre ¿no?
A mi en lo personal, me comenzó a abrumar la cantidad de actividades que la gente compartía en las redes sociales. Por alguna razón, alguien me agregó a un grupo en Facebook, de ideas y actividades para esta cuarentena, literal se llama Family lockdown tips and ideas; tiene 1,138, 274 miembros y todos parecen ser la gente más “Cositas” con ideas increíbles, con todo el material y el tiempo del mundo. Y eso sin contar Instagram y TikTok. Yo ni tengo ganas de hacer tantas cosas, ni el material, ni la energía, ni cabeza; pero necesitaba hacer cosas para que mis hijos se mantuvieran ocupados y entretenidos.
Yo sólo veía que la gente parecía llevar bien este confinamiento. Hablaba con conocidos, amigos y todos acordaban de que estaba bien. Entonces ¿Era yo la única que estaba mal por sentirme mal?
Mi conclusión es que no es que nadie se sintiera mal, sino que cuesta trabajo aceptarlo. ¿Por qué? ¿Será porque internamente aceptar que nos sentimos mal, es una muestra de debilidad? ¿Será que no nos gusta que los demás se den cuenta que no podemos? ¿Será la presión de las redes sociales?
No podemos ser positivos todo el tiempo. La felicidad tiene un balance y para sentirnos bien, debe de haber el otro lado de la moneda para poder diferenciarlo. Sentirnos mal y reconocerlo es necesario, está bien no estar bien.
Esta situación es extraordinaria. Ninguno está preparado a actuar a ella. Menos cuando tenemos personitas que dependen de nosotros. Y claro que ellos sienten todo. Pero contenernos para que ellos no se preocupen, tampoco está bien.
Yo lloro, grito, trato de tomarme un momento para mi. Esto no es normal y no sabemos cuándo va a mejorar. Está bien sentirte enojada, frustrada, cansada, hasta la madre. Yo lo estoy, todas lo estamos. Abraza tus sentimientos.
Pero recuerda que esto va a pasar y algún día voltearemos atrás y estaremos orgullosas de que lo sobrevivimos, de que lo sentimos.