Hablemos de nuestro cuerpo

No se tu pero yo últimamente he visto mucho en las redes sociales sobre el body positive.

¿Sabes qué es el body positive? Es un movimiento que busca promover de una forma positiva cómo vemos nuestro cuerpo, a pesar del ideal en forma, tamaño y apariencia que tiene la sociedad y la cultura actual.

Este movimiento no es nuevo, comenzó en los ’60, pero hasta los ’90 comenzó a llamarse así.

Yo vengo de una crianza en donde realmente el físico importa mucho. Inclusive ahorita a mis 37 años, hay veces en donde lo primero que me dicen cuando me ven, es algo relacionado con mi cuerpo. Yo soy de complexión pequeña, entonces cualquier aumento o disminución de peso, se nota mucho. No me malinterpretes, obvio que cuando me he cuidado y se me nota, me gusta que me lo reconozcan. Pero seamos sinceras, no siempre los comentarios son los más positivos.

No te voy a mentir, a mi me gusta mucho comer; lo disfruto, como de todo y creo que es uno de los mejores placeres de la vida. Tampoco te voy a mentir diciéndote que soy muy activa y que hago ejercicio. Siempre he tratado de mantenerme en movimiento, he pasado de clases de baile, a gimnasios, clases en casa o salir a caminar; pero desde la pandemia, la verdad es que he tenido poca motivación. Lo que si es que soy consiente del balance que debo tener, sobretodo porque ya no estoy tan joven como para recuperarme tan rápido de las cosas. 

Hace un par de años comencé una batalla interna con las compañías de ropa por la forma en como establecen sus tallas. Yo normalmente siempre he oscilado entre S-M, y entre 8-10 talla europea; pero un día vi una falda que me enamoró, el único detalle es que era talla 16 y me quedaba perfecta. ¡Talla 16! Me causaba mucho problema ceder a comprar una talla así porque yo no me consideraba que lo fuera. Aún así la compré no sin antes mencionarle al de la caja, que me llamaba mucho la atención la forma en como estaban cambiando sus tallas. Él estuvo de acuerdo conmigo y el argumento que me dio fue que siendo una empresa internacional tenían que “Estandarizar sus tallas”. 

Y así comenzó mi pelea con ellas, pero no nada más para conmigo sino con las tallas de niñas y adolescentes también. Cada que iba a comprar ropa para mis hijas en ciertas tiendas, terminaba comprando 2-3 tallas más grandes que las que supuestamente deberían usar. Considerando que casi toda su vida, se habían mantenido en su talla según su edad o tal vez 1 arriba. Era algo que me causaba mucho problema por el supuesto mensaje que enviaba a las nuevas generaciones. Mi molestia era tanta, que en alguna ocasión llegué a enviar una queja a alguna marcas de ropa.

No fue sino hasta que un día una muy buena amiga me dio otra perspectiva. Me hizo ver que el mensaje que yo estaba tratando de evitar para con mis hijas, tal vez yo lo estaba haciendo peor al mostrar mi molesta enfrente de ellas. Y desde ahí cambié.

El cuerpo de mis hijas ha cambiado con la edad. Nunca lo había notado sino hasta que me comenzaron a decir muy seguido sobre su cara y su abdomen. En ese entonces yo lo atribuía al hecho de que estaban creciendo y que luego se iban a estirar. Yo repetía lo que me decían y llegó un punto en donde parecía que en verdad me importaba su físico. Y la realidad era que no. 

Como la responsable de la comida y los snacks en esta casa, siempre he tratado de que sea muy balanceado. No pueden comer otra cosa sin antes comer una fruta. La comida chatarra la tengo limitada y alento el movimiento físico. Pero un día de la nada mi hija mayor me pidió que ya no le mandara galletas de postre en su lunch. Le mando 2 galletas, 2.  Su razón era porque la panza le estaba creciendo y que no se sentía cómoda. Le pregunté si alguien le había mencionado algo (ya sabes que los niños a veces pueden ser muy gachos) y me dijo que no; pero como esa era su voluntad, eso hice.

Esta situación me dejó reflexionando sobre el body positive. En los años que lleva para que dejemos de avergonzar y discriminar a la gente por su peso y su apariencia. Y en la responsabilidad que nosotros como padres, tenemos para enseñarles eso a nuestros hijos.

Creo que lo más importante en este tema es transmitirles a ellos, que nuestro cuerpo es único y será nuestro hogar durante todos los años que tengamos de vida. Lo cuido y respeto porque me da mucho.

Aceptarlo junto con los cambios que lleva el crecer y madurar.

Recordarles que nuestro valor no está en nuestro cuerpo ni en cómo se ve, sino que está en todo lo que somos con nosotros mismos y con los demás.

M.

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